¿CÓMO SE DESCUBRIERON LOS LILIUMS?

En este somero recorrido histórico por los personajes más relevantes, mercaderes, conquistadores y viajeros no podemos dejar de recordar la figura de Marco Polo, fue un comerciante y viajero veneciano nacido a mediados del siglo XIII, célebre por sus relatos fantásticos de su viaje y estancia en Asia Oriental. En su época, los productos más demandados por los clases poderosas eran: ámbar, aceite de rosas, almizcle, sedas, perlas, porcelanas, tapices, perfumes, marfil y las especias, como la canela, clavo de olor, laurel, nuez moscada, vainilla, jengibre y pimienta. Los farmacéuticos compraban opio, alcanfor, resinas y bálsamos. Se adquiría el incienso que se utilizaba en las ceremonias religiosas, todo ello procedente de Oriente, por medio de la Ruta de la Seda, que atravesaban Asia Central y las tierras controladas por persas o árabes, para terminar siendo comprados por comerciantes italianos, que obtenían buenos beneficios al revenderlos en sus ciudades de origen o por toda Europa.

Aunque los Polo no fueron los primeros europeos en llegar a China por tierra, su libro si fue el primero en dar a conocer las tierras y civilizaciones de Asia Central e  inspiró a muchos viajeros y exploradores. El mismo Cristóbal Colón tenía una copia con anotaciones en los márgenes. Pero antes, y atendiendo a la cronología, debemos hablar del Infante Enrique de Portugal,  ya fue uno de los protagonistas de la era de los descubrimientos portuguesa de la primera mitad del siglo XV. Llamado en siglo XIX “El Navegante” que se interesó por la astrológica y la astronomía. Su exploración de la costa africana hasta Sierra Leona fueron la base para el posterior desarrollo del imperio colonial portugués y español. Vasco de Gama, Cristóbal Colón, Magallanes o Juan Sebastián El Cano entre otros muchos, fueron los propulsores este desarrollo.

Historia de la Humanidad: La era de los… 

A finales del siglo XV y principios del siglo XVI son manifiestas las disputas entre Portugal y Castilla por el control del mar y el descubrimiento de nuevas rutas comerciales. La navegación por el Mediterráneo oriental, en manos de las potencias italianas, empezaba a ser obstaculizada por el Imperio Otomano, que hacía difícil la llegada de los productos procedentes del extremo oriente. Dos rutas fueron efectivas, una llevada a cabo por el portugués Bartolomé Díaz, que bordeando la costa africana llego a la India, China y Oceanía.

target=»_blank»>raulespert

Y la otra de Cristóbal Colón, quien se proponía llegar a los mismos destinos, pero cruzando el Atlántico, en su camino se encontró con América. La labor de Colón fue culminada por Juan Sebastián El Cano en la expedición al mando de Hernando de Magallanes, que falleció en el transcurso de esta. El Cano consiguió así conectar los dominios españoles de América y Asia con Europa. La Ruta de la Nueva España y el comercio colonial en general, que comercializaba productos que se producían en Filipinas y las Islas Molucas  y que luego se transforman en América, desembarcando en el puerto de Acapulco y viajando posteriormente por tierra al puerto de Veracruz, y de este a Galicia, San Lucar de Barrameda y Sevilla.

Los descubrimientos y el comercio que se creo, actuaron como un importante factor dinamizador de la economía mercantil europea, que posteriormente a finales del siglo XVI y en el siglo XVII controlaría Holanda. Ámsterdam se convirtió en el emporio comercial más importante de Europa, mientras en el campo comenzó la revolución agrícola. En 1602 fue fundada la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. A finales del siglo XVII la prosperidad del país decayó y su comercio fue pasando a manos de Inglaterra, sustituyendo a Holanda como primera potencia marítima y comercial. A lo largo del siglo XVIII, Gran Bretaña consolidó su supremacía colonial, tras una fuerte pugna con Francia, que al final se resolvió en beneficio de la primera, al obtener para sí las colonias de América del Norte y la India. Fue el primer país en que tuvo lugar la revolución industrial y el establecimiento del régimen parlamentario.

.
.