¿CÓMO SE DESCUBRIERON LOS LILIUMS?

Como ocurre con los conocimientos que ha adquirido el hombre, todos consecuencia de su propio desarrollo, de su necesidad de aprender, de explorar e investigar. La historia de las bulbosas en general y la de los liliums en particular está unida a la historia universal. Desde Aristóteles, Teofrasto, Plinio el Viejo y Dioscórides hasta Armén Tajtadzhián y Walter Zimmermann, pasando por Abu Hanifah Áhmad ibn Dawud Dinavari, Otto Brunfels, Valerius Cordus, John Ray, Carlos Linneo, Antonio José de Cavanilles, José Mariano Mociño, Jean-Baptiste Lamark, Charles Darwin,  entre otros muchos, que se han ocupado de estudiar, observar, narrar, describir, nombrar, dibujar, clasificar,…el reino vegetal. Veremos y comprenderemos como los acontecimientos de la historia propiciaron el acercamiento a las zonas donde las plantas bulbosas son originarias. Para responder como se descubrieron los liliums, saber por qué la mayoría de las especies han sido descritas a partir de mediados del siglo XVIII, será necesario refrescar nuestros conocimientos de Historia. 

El hombre, desde el principio de los tiempos, tiene necesidades tanto de alimentos,  vestidos, cobijo, curación…, desde el momento que el hombre inicia una convivencia en sociedad y  crea comunidades, aparecen nuevas necesidades, comienzan a surgir avances técnicos, que le permiten cubrir esas necesidades mejor y más rápidamente, empieza a relacionarse con otras comunidades a intercambiar productos y conocimientos, en una palabra el hombre aprende a comerciar con otros hombres. Desde la antigüedad más remota, esa necesidad de adquirir, de ir más allá, de conocer, favorece la aparición de rutas comerciales. La exploración de nuevos territorios y la explotación de estos, bien por el asentamiento y colonización, por medio del comercio, o simplemente por la fuerza bruta, o por la combinación de todos ellos, hacen que estas rutas se consoliden. Pero estas son, sin duda, junto con los beneficios que producen, las causas de los grandes descubrimientos y viajes de la historia. Gracias a la necesidad de nuevas rutas comerciales, se investigaron y crearon nuevos objetos que ayudaron a transitar mejor por ellas como brújulas, sextantes, relojes, mapas geográficos, cartas de navegación y cartas astronómicas. Todos ellos han sido herramientas y grandes impulsos para la ciencia y la tecnología de la navegación y el transporte.

Desde Zhang Oian en el siglo II antes de Cristo, fue colonizador y conquistador para la China Imperial y se le considera responsable de la apertura de la Ruta de la Seda con oriente, que tenía como origen China, partía hacia el mundo islámico y de este hacia Egipto y Europa.

Ragnar Lodbrok, Erik el Rojo o su hijo Leif Eriksson, los Vikingos, pueblo nórdico que desde el siglo VIII hasta el siglo XI sembraron el terror en Europa, desde Gran Bretaña, Francia, llegando a la Península Ibérica, Italia, Imperio Bizantino, Rusia, Islandia, Groenlandia y Norte América.

Algunos autores, consideran a los vikingos como los precursores de la Liga Hanseática, lo que sí que es cierto es que muchas de las rutas tanto marítimas como fluviales que ellos utilizaban también eran utilizadas por el comercio que prospero en el Báltico, que tuvo su desarrollo y apogeo durante los siglos XIV y XV. El comercio establecido entre las ciudades costeras de Alemania, los Países Bajos, Suecia, Polonia, Rusia, Estonia, Letonia y Lituania, incluso con puertos de la actual Inglaterra y Castilla, resultó de una trascendental importancia. A finales del siglo XV se inicia su desintegración, por la consolidación de los Estados soberanos de Europa, el descubrimiento de América y el posterior desarrollo del poderío marítimo holandés e Inglés.

Zheng He, también conocido como Ma Sanbao, fue un marino y militar chino que exploró el Sudeste asiático, Indonesia, Ceilán, la India, el Golfo Pérsico, la Península Arábiga y el este de África hasta el canal de Mozambique en el siglo XV. Algunos eruditos afirman que el personaje de Simbad, uno de los protagonistas de las historias de Las mil y una noches narrado por la joven Scheherezade, podría haberse inspirado en Zheng He, esta posibilidad está basada en el parecido fonético entre Simbad y Sanbao y también con la coincidencia de que los dos habrían realizado siete viajes.

Algo que nunca sabremos es como sería el mundo, en el caso de que los chinos hubieran continuado con sus exploraciones navales.