FITOPATOLOGÍA Y TERAPÉUTICA EN EL CULTIVO DEL GLADIOLO PARA FLOR CORTADA

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3. PLAGAS Y ENFERMEDADES.

3.3. Enfermedades bacterianas

Las bacterias también son responsables de fuertes pérdidas económicas en la producción de flor, debido a que los medios de que se dispone actualmente para luchar contra ellas directamente son muy pobres, resultando hasta la fecha ser más eficaz una esmerada higiene en el cultivo y un buen control de los posibles vectores que la lucha directa contra las mismas bacterias.

3.3.1. Pseudomonas Margarita. Mc. Cull

Los síntomas de esta enfermedad se manifiestan tanto en hojas como en el cormo, no produciendo ninguno en las flores.

Los bulbos enfermos presentan, primero, manchas más bien circulares (2-6 mm. de diámetro), pálidas y húmedas, cuya superficie, después, se deprime y oscurece mientras sus márgenes quedan elevados y bien definidos. Es como si fuera el cráter de un volcán. Estas lesiones permanecen aisladas o se fusionan unas con otras, en el caso de que la enfermedad continúe desarrollándose, produciéndose manchas mayores, negruzcas, con bordes irregulares y en relieve, perdiendo la humedad antes mencionada. En las escamas que envuelven al cormo aparecen pequeños orificios, que corresponden con la mancha interna, por cuyos orificios supura a modo de una resma muy dura. Estas escamas terminan por rasgarse longitudinalmente.

Foto 43: Psedomonas.

En las hojas, y siempre empezando por las interiores, aparecen pequeñas manchas de medio a uno y medio mm. de diámetro, al principio de aspecto húmedo, de color rojizo parduzco y brillantes. Las manchas pueden llegar a extenderse por toda la hoja y finalmente todo el tejido vegetal que hay entre las dos epidermis de la hoja acaba por descomponerse.

La lucha contra esta bacteria debe basarse en una serie de rigurosas medidas culturales, así como en un perfecto control de insectos, de suelo sobre todo, pues contribuyen favorablemente en la propagación de la enfermedad.

a) Medidas culturales

– Utilizar bulbos sanos.

– Rotación de cultivos cada 4-5 años en aquellos lugares que se manifieste la enfermedad.

– No cultivar tras Crocus o Freesia, puesto que también padecen esta bacteriosis.

– Destruir las plantas afectadas, por el fuego. -Evitar producir heridas a los cormos, puesto que pueden ser un foco de infección.

– No cultivar variedades sensibles.

b) Tratamientos químicos

– Desinfectar los cormos sumergiéndolos en una solución de cloruro de metoxietilmercurio a la dosis de 250 gramos por 100 litros de agua durante media a una hora.

– Durante la vegetación, pulverizar con Captan al 0´25 por 100 cada 10-12 días, en el caso de que aparezcan síntomas de infección, para evitar el posible desarrollo de enfermedades criptogámicas sobre las zonas afectadas.

– Antes de plantar, desinfectar el suelo.

3.3.2. Corynebacterium fascians (Tieford). Dowson

Produce principalmente abolladuras, aborto de yemas, agallas foliares y verrugas; verrugas que, en pequeños cormos, legan a ser más grandes que el cormo mismo. Normalmente se desarrolla sobre heridas producidas anteriormente. Es un género muy polífago, pues también se desarrolla sobre dalias, crisantemos, pelargonio y otros.

Otra bacteria capaz de afectar a los gladiolos es la Xanthomonas gumnisudas (McCull) Starry Burkh, se presenta en forma de manchas en las hojas, que supuran un liquido espeso de color verde oscuro, que es diseminado por insectos o por la lluvia al salpicarla de plantas enfermas a las sanas.