NEMATODOS
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7.- CONTROL DE LOS NEMATODOS.
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En primer lugar es necesaria la prevención de la entrada del nematodo, pues una vez éste se ha establecido, es virtualmente imposible erradicarlo, por lo que es importante el uso de semilla, plantones certificados y material limpio de nematodos.
Aquellas parcelas en las que se encuentre Meloidogyne, deberían mantenerse al margen de la producción hortícola, por un periodo de unos meses. Pero normalmente los cultivos de semillas híbridas, son no hospedadores o resistentes a Meloidogyne, y pueden cultivarse reduciendo las poblaciones con los tratamientos adecuados.
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Las malas hierbas deben ser eliminadas, para evitar que sirvan como hospedadores alternativos a los nematodos. En general, aquellas parcelas donde se vayan a cultivar hortícolas susceptibles al nematodo deberían ser analizadas regularmente para la presencia de nematodos agalladores. Si los niveles detectados están por encima del umbral económico de daño, se recomienda el uso de un nematicida.
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Los nematodos han estado siempre presentes en los cultivos, pero de forma controlada. El resto de seres vivos que habitan en un suelo sano, impiden que se multipliquen en exceso y se conviertan en una plaga. Es lo que se conoce como control biológico natural, y no es más que un equilibrio de la naturaleza, que alcanza para que todo siga su curso con normalidad.
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Pero en muchas ocasiones, el problema llega cuando, por el exceso de químicos, los enemigos naturales de los nematodos desaparecen permitiendo que estos perniciosos gusanos se reproduzcan sin límite. Así que aquí tenemos que tener un equilibrio entre la aplicación de productos químicos y la flora microbiana del suelo, que es capaz también de controlar a los nematodos.
8.- MELOIDOYGENE
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Meloidogyne es la especie de nematodos, que constituye mayor importancia en la mayoría de los cultivos hortícolas. Estos atacan las raíces de las plantas, produciendo características agallas o nódulos, por lo que son considerados como parásitos internos de las raíces de cientos de especies vegetales.
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Está distribuido en todo el país, es muy polífago y puede causar la muerte de toda una plantación. Ataca además a los siguientes cultivos: arroz, banano, cacao, entre otras muchos.
Los huevos son depositados dentro de una matriz gelatinosa, en una masa que puede tener cientos de unidades. Los estados juveniles miden de 346 a 463 µm. Los machos son vermiformes, con una longitud entre 1,2 y 2,0 mm. No son necesarios para la reproducción. La hembra es de color blanco, tiene forma de pera, con la parte posterior globosa y una longitud entre 510 y 690 mm.
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El ciclo de vida se inicia con la postura de las masas de huevos, de los cuales eclosionan a los 7 días los juveniles de segundo estado (J2). Estos emigran a través del suelo, atraídos por las raíces de las plantas hospedantes. Los J2 usualmente penetran a la raíz, justo debajo de la cofia. Después de la penetración, migran intercelularmente hasta alcanzar el floema primario, o también las células indiferenciadas del parénquima, en donde se fijan e inician la alimentación.
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El J2 adquiere forma aberrante (salchicha) y muda 3 veces, hasta convertirse en adulto. Los machos dejan de alimentarse a partir del 3er estadio, en la cuarta muda, vuelven a asumir el aspecto vermiforme, salen de la raíz y después del acoplamiento, mueren rápidamente. Por otra parte, las hembras adquieren forma de pera, siguen alimentándose y se mantienen sedentarias por el resto de sus vidas.
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El ciclo de vida depende de la temperatura del suelo y del tipo de planta hospedante, generalmente en zonas tropicales, el ciclo se completa entre los 21 y 28 días.
Los estados juveniles son los que causan el mayor daño. El sistema radicular infestado muestra nódulos o agallas características, cuya severidad varía, dependiendo del grado de infestación por el nematodo, y de la variedad y especie de la planta parasitada.
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Estos nódulos, se forman a consecuencia de la emisión de secreciones salivares de los nematodos, alimentándose de los tejidos radiculares. Los síntomas en los cultivos, son típicamente producidos por la falta de crecimiento, un pobre desarrollo de las plantas y con las hojas amarillentas. También se aprecia senescencia temprana, las hojas muestran colores anormales, reducción del sistema radicular, raíces infladas y producción reducida de frutos.
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Autor: D. Miguel Ángel Cervantes Flores |
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