FITOPATOLOGÍA Y TERAPÉUTICA EN EL CULTIVO DEL GLADIOLO PARA FLOR CORTADA
3. PLAGAS Y ENFERMEDADES.
3.2. Enfermedades Criptogámicas
3.2.3. Septoria Gladioli Pass
Este hongo provoca una enfermedad en el gladiolo que se manifiesta tanto en las hojas como en los cormos.
Los primeros síntomas que presentan las hojas consisten en unas pequeñas manchas, aisladas, circulares, transparentes en principio, que más tarde adquieren una colocación rojo-marrón, con el borde de la mancha más oscuro y posteriormente toman un color castaño rojo. Estas manchas paralelamente aumentan de tamaño (5-6-8 mm.) y llegan a ser confluentes en el ápice de las hojas. En las manchas, bien desarrolladas, se encuentran unos pequeños picnidios de color negro, visibles a simple vista.
Foto 31:Manchas con colocación rojo-marrón, con el borde de la mancha más oscuro y posteriormente toman un color castaño rojo.
Estas manchas se observan en los cormos de clases de flor pequeña y en los bulbillos de flor grande. Los síntomas foliares aparecen cuando el cultivo está muy avanzado, aproximadamente a mitad de mayo se pueden observar las manchas en las hojas de los cormos afectados.
En los cormos las manchas predominan en la parte baja de los mismos, aunque pueden alcanzar a todo el órgano. En la carne del cormo aparecen unas manchas húmedas, marrón-rojas y profundas que, para observarlas, es preciso despojar al bulbo de las túnicas. Al aumentar de tamaño la superficie de la mancha, ésta se deprime y oscurece, quedando bien definidas las partes enfermas de las sanas. Cuando el ataque es muy fuerte, el cormo se momifica y deforma. Al igual que en las hojas, en las zonas afectadas del cormo aparecen picnidios de color negro, visibles a simple vista.
Los síntomas en bulbos grandes se ven después de arrancarlos. El hongo avanza desde el bulbo infectado por la parte exterior del bulbo joven, recién formado, hacia la primera hoja y penetra en ésta.
El hongo se desarrolla rápidamente con temperaturas comprendidas entre 20-25º C, comenzando a verse las manchas a la tercera semana de producido el ataque. Este hongo esporula abundantemente, siendo las picnidiosporas propagadas por la lluvia, el viento y los insectos, manteniéndose, además, en el suelo durante 5 años.
Las plantas afectadas detienen más o menos su crecimiento, pudiendo incluso fallar su floración.
La lucha contra septoria puede plantearse combinando una serie de prácticas culturales, juntamente con un programa de tratamientos químicos.
a) Medidas culturales
– No plantar después de un cultivo de Crocus o Fresia, puesto que también padecen dicha enfermedad.
– Rotación de cultivos cada 5 años.
– Quemar todos los desechos de cultivos afectados. – Utilizar variedades resistentes.
– Sumergir los bulbos a 53º C durante media hora.
b) Tratamientos químicos
Distinguiremos también entre desinfección de cormos y tratamientos durante el curso de la vegetación.
– Desinfección de cormos.
Se realiza sumergiendo los cormos antes de la plantación en una solución al 05 por 100 de cloruro de metoxietil mercurio durante 1 hora. También es una práctica corriente, aunque no tan efectiva, el espolvorear los cormos previa humidificación con 5-8 gramos de TMTD del 80 por 100 por 1 Kg. de cormos.
– Tratamientos durante el curso de la vegetación.
Durante el cultivo, puede controlarse esta enfermedad con los mismos productos, dosis y frecuencia de aplicación ya mencionados para brotytis.
3.2.4. Stromatinia Gladioli (Drayt) Whetz
Puede afectar indistintamente al follaje, al cormo o a la zona radicular.
Los síntomas comienzan a manifestarse pasados unos 50 días, después de la plantación. Comienza atacando primero a todos los órganos del gladiolo en contacto con el suelo. En el campo, el primer síntoma observado es el amarilleamiento de las hojas más viejas. Si observamos detenidamente una o un grupo de plantas afectadas veremos que esta amarillez se extiende progresivamente hacia las hojas interiores y la epidermis aparece como rasgada.
El cuello de la planta presenta lesiones de color marrón en un principio y más tarde de un color marrón casi negro, podridas, tanto por encima como por debajo del suelo.
Foto 32: Stromatinia.
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En las vainas de las hojas, que reciben el tallo en la zona afectada, aparecen numerosos esclerocios, de color negro, del tamaño de una cabeza de alfiler.
Foto 33: Stromatinia Brote y tallos afectados.
Los cormos presentan unas manchitas muy finas en la epidermis, de color rojo marrón en principio y de color negro más tarde. Generalmente las manchas están situadas en la mitad superior del cormo, y casi siempre alrededor de los anillos (donde se insertan las escamas que recubren al bulbo). Estas manchas son o parecen como si fueran pequeñas calcomanías adheridas a la epidermis del cormo, nunca profundizan en él. Cuando el ataque es muy intenso el cormo se seca, momifica, pero sin alterar su forma original.
Foto 34: Stromatia bulbos
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El cormo nuevo no es de un color puro, sino más bien oscuro y de superficie más áspera. Esto se debe a que las hojas que lo envuelven casi siempre están dañadas. También produce un menor número de raíces de fijación, y, además éstas presentan pequeñas manchas de color marrón, bajo de cuya epidermis se forman esclerocios de color negro.
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Foto 35: Stromatia Tallo.
Foto 36: Stromatia Tallos.
Un síntoma muy característico es que en las plantas afectadas la separación del cormo nuevo del viejo, en la recolección, presenta cierta dificultad.
El suelo puede infectarse cuando se plantan cormos infectados. Todo cormo no desinfectado, o de proveniencia no conocida, es un portador en potencia de la enfermedad, y la introducción de unos pocos esclerocios en el campo es suficiente para una rápida multiplicación y diseminación. Por lo general, ocurre que los síntomas, o no aparecen en el primer o segundo año o solamente aparecen pequeños focos aparentemente sin importancia y que, con la repetición del cultivo temporadas siguientes, la enfermedad adquiere la fuerza tal que hace el cultivo no rentable. Ocurre que los síntomas de esta enfermedad, en un principio (primeros 2 años de cultivo repetido), o no son visibles o sólo aparecen pequeños focos visibles aparentemente sin importancia, lo que invita a continuar, el cultivo en el mismo lugar, en el supuesto de que no aparezcan otros problemas. Con esta repetición de cultivos la enfermedad va adquiriendo un potencial infectivo tal que hace prohibitivo el cultivo para prácticamente toda la vida en estos lugares, a no ser que se realice una profunda desinfección. No hay que olvidar que este hongo es capaz de permanecer hasta 20 años en el suelo. Probablemente esta sea una de las causas que hayan hecho fracasar tantos cultivos para la reproducción de flor en nuestro país.
Ningún tratamiento químico será eficaz en la lucha contra stromatinia, a no ser que vaya acompañado de las siguientes medidas culturales:
a) Medidas culturales
– Destrucción por el fuego de todas las plantas afectadas al aparecer los primeros síntomas.
– Utilizar planta sana.
– No plantar en terrenos húmedos, puesto que la humedad elevada del suelo favorece el desarrollo y virulencia de la enfermedad.
– Como también ataca a Crocus, Freesia y Tritonia, no cultivar después de estos cultivos.
– Sumergir los cormos con agua caliente a 53º C durante media hora.
– No cultivar nunca más en campos infectados.
b) Tratamientos químicos
Deben basarse fundamentalmente en la desinfección de cormos, para evitar de esta forma la contaminación del suelo, que, de producirse por cualquier causa, automáticamente será prohibitivo no solamente el cultivo del gladiolo en él, sino también el de Freesia y Crocus.
Los tratamientos durante el curso del cultivo serán de gran utilizar en el caso de hacer su aparición la enfermedad, pero solamente para tratar de obtener el mayor número posible de flores comerciales.
Una previa desinfección del terreno antes de la plantación, aún en el caso de terrenos vírgenes para el gladiolo, siempre es interesante.
– Desinfección de cormos:
Inmediatamente después de la recolección, antes de la plantación o después de seleccionar los cormos destinados para forzar, y antes de darles el tratamiento en frío, se sumergirán durante media hora en una solución al 0’7 por 100 de Benomylo, o durante una hora en una solución al 0’6 por 100 de cloruro de metosietilmercurio. Una vez finalizada esta operación, y con los cormos aún húmedos, se espolvorearán con 5-8 gramos de TMTD del 80 por 100 por cada Kg. de cormos o con 5 gramos de Dicloran del 50 por 100 por 1 Kg. de cormos. Este último producto parece ser muy eficaz.
– Durante el curso del cultivo pueden realizarse tratamientos preventivos a base de Captan al 0’25 por 100, ó Propineb al 0’3 ó 0’4 por 100 cada 10 ó 12 días. En el caso de una súbita aparición de la enfermedad, éstos se realizarán cada 3-4 días.
– Desinfección del suelo:
Puede utilizarse TMTD, aunque el producto más eficaz es el Diclorán del 50 por 100 a la dosis de 12-15 gramos de producto por metro lineal. Caso de utilizar diclorán y más tarde cultivar tulipanes, se corre el riesgo de que se quemen las raicillas de éstos.
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José Ramón Bosque
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