EL CULTIVO DE FRESIA
GENERALIDADES.
A.- Tener un material sano para plantar.
B.- Tener cuidado en obtener una tierra exenta de enfermedades.
C.- Inspeccionar las plantas periódicamente para evitar la aparición de virus. Quitar las plantas que tengan virus, antes de que se propague.
D.- Uso de variedades adecuadas.
E.- Vigilar por un crecimiento regular, permitiendo un desarrollo homogéneo de la planta.
TERRENO DE CULTIVO.
El cultivo de la fresia exige un sistema de drenado adecuado y un terreno suelto y rico en materia orgánica. También es necesario que las condiciones nutritivas sean buenas. Es aconsejable antes de comenzar el cultivo preparar el suelo para la siembra, hasta una profundidad de 40 cm. Todo terreno es bueno para cultivar fresias si seguimos las recomendaciones dadas seguidamente.
ABONADO.
Es aconsejable antes de empezar el cultivo remover el suelo con un material orgánico (turba rubia) mejorando la capacidad de conservación de la humedad y el sistema de circulación del aire. Utilizar de 1,5 a 2 m. por área. Las fresias son sensibles a altos contenidos de sales, por lo tanto es aconsejable analizar la tierra antes de empezar el cultivo. También puede ser necesaria la desinfección de la misma.
Los ensayos de abonado han demostrado que las fresias no reaccionan favorablemente a los grandes aportes de estiércol o de materia orgánica. Una buena estructura, un contenido débil en sales, con una cantidad suficiente de elementos fosfóricos y una buena proporción de nitrógeno y potasio son muy importantes y convenientes.
Hay que señalar que la utilización de flúor puede dañar la planta, pues existen variedades más o menos sensibles a valores variables de este elemento toxico para la fresia.
EL CULTIVO A PARTIR DE BULBOS.
La uniformidad en formas y colores, así como el cultivo limitado y la posibilidad de regular a voluntad la estación de floración, son la base de la fuerte expansión de este cultivo. Una parte muy importante del cultivo de bulbo lo constituyen los cuidados dados al material de plantación que siempre suelen estar en manos de profesionales altamente cualificados.
PREPARACION.
Antes de plantar las fresias, hay que prepararlas adecuadamente si los bulbos se han conservado a una temperatura por debajo de 20º C, existe la posibilidad de que un número no salgan después de su plantación. Este número es más alto en la medida en que la temperatura de conservación es más baja. Los ensayos nos han demostrado que las mejores temperaturas de conservación de bulbos están alrededor de 28º C. Una temperatura ligeramente superior a 31º C nos ha dado con relación a los 28º C una ligera anticipación de la floración. Durante la conservación de los bulbos a esta temperatura relativamente elevada, hay que tener en cuenta la humedad del aire, que no baje demasiado. Los bulbos pierden mucha materia, por lo que los puede endurecer. Los bulbillos de pequeñas dimensiones son los más perjudicados en la desecación y suelen sufrir considerables pérdidas. Es aconsejable no hacer bajar la humedad relativa del aire por debajo del 70%. La humedad relativa del aire que aconsejamos es alrededor de 70 ~ 75%. Para aplicar estos tratamientos especiales es indispensable una adaptación local. Es por lo que las EMPRESAS ESPECIALIZADAS pueden hacer mejor esta preparación ya que están equipadas especialmente para ello. El comportamiento de los bulbos de fresia, es un buen indicador para los cultivadores y es aprovechable para determinar la estación de floración. Los tratamientos siguientes son los que se llevan a cabo principalmente.
A.- Floración normal. Los bulbos son secados y limpiados después de arrancarlos. Durante 12-16 semanas son tratados de 28º a 31º C.
B.- Floración retardada. Se ha experimentado que es posible mantener el material de plantación en reposo siendo conservados después de su arrancado a una temperatura de 2ºC. Este método (frenazo biológico) es aplicado durante 6 a 9 meses como máximo, después tiene lugar un tratamiento normal de calor durante 12-14 semanas a 28 – 31º C.
C.- Floración anticipada. Para tener una floración anticipada, los bulbos son primeramente tratados durante 10 ~ 14 semanas a 28º 31º C y después durante 2-4 semanas a 13º C. Una anticipación de algunas semanas puede conseguirse de esta manera. A fin de obtener la floración después de 3 meses y medio de la plantación; a pesar de altas temperaturas.
Este tratamiento de floración anticipada dura 6 semanas y se hace después de la preparación.
PLANTACION EN LAS ESTACIONES.
A propósito de los tratamientos indicados en el punto de PREPARACION, se pueden distinguir los siguientes meses para su plantación:
A.- Cultivo normal. Totalmente bajo invernadero, meses de plantación: mediados de agosto – mediados de octubre.
B.- Cultivo retardado. Totalmente bajo invernadero, plantación entre noviembre – febrero.
C.- Cultivo anticipado. Parcialmente al descubierto, después bajo invernadero. Plantación entre mediados de mayo – mediados de agosto.
Bajo unas condiciones atmosféricas normales.
Si se trata de bulbos que han tenido tratamientos especiales (tratamiento de floración anticipada dura 6 semanas y se hace después de la preparación), se puede plantar en primavera, bajo un invernadero de vidrio.
El cuadro anual (I) nos muestra los meses de plantación y floración. Es muy importante para el desarrollo, las cinco primeras semanas siguientes a la plantación. Si durante estas semanas, la temperatura del suelo sobrepasa los 17º C, la floración se retardará considerablemente. Entonces la planta tendrá un desarrollo foliar muy intenso. (Ver el punto correspondiente a temperaturas).
En la plantación de verano, es importante bajar la temperatura con sombreado y mantener el cultivo fresco, con objeto de tener la floración en su momento adecuado.
En la plantación de invierno (noviembre – enero), mantener la temperatura a 16º C durante 3 semanas, para un desarrollo suficiente y equilibrado de las hojas.
CONDICIONES SANITARIAS DE LA TIERRA.
Si suponemos que la tierra contiene fusarium por ejemplo, por un cultivo precedente de gladiolos, iris o fresias, es recomendable la desinfección de la tierra. El mejor tratamientos e hace con vapor. Si este tratamiento nos es posible, se puede eventualmente tratar con productos químicos. Es necesario utilizar productos que eliminen el fusarium. En función de la temperatura del suelo, después del tratamiento del mismo es necesario esperar de 2-5 semanas.
LA PLANTACION.
La plantación se realiza en función del tipo que se desee: al aire libre o bajo cristal. Los bulbos se plantan en líneas y espaciados de 12,5 a 15 cm. Se pueden igualmente plantar los bulbos directamente sobre una malla de crisantemo, bien extendidos “en el mismo terreno”. También se pueden plantar como los gladiolos.
En terrenos compactos es mejor alinear los bulbos en lugar de incrustarlos en el terreno. En este caso es conveniente cubrir los bulbos con una capa de tierra de 5 cm. El número de bulbos por fila varía de 10 a 17, dependiendo del espacio, de la longitud de la cama y de las dimensiones de los bulbos. El número de bulbillos varía de 15 a 30, dependiendo de los meses y de sus dimensiones.
En general los bulbillos se plantan a poca profundidad. Después de plantarlos el terreno sobre los que se han establecido se somete a un ligero rastrillado y se cubre de una ligera capa de turba o de tierra suelta a fin de evitar que se apelmace la misma.
Si la plantación se realiza en los meses calurosos con fuerte intensidad de sol, se aconseja:
A.- Plantar los bulbos a mayor profundidad.
B.- Cubrir los bulbos con materiales reflectantes ligeros.
Los bulbos más pequeños permiten una plantación de un 20% más apretada. Los bulbillos pueden ser plantados alrededor de un 30 – 50% más apretados, mientras que un cultivo tardío permite una plantación de un 10 – 20% más apretado. Si el cultivo es anticipado hay que plantar con un 10% de espacio.
RIEGO.
Durante la plantación, que el suelo tenga la suficiente humedad sin encharcarse nunca.
Antes de volver a regar los bulbos tener en cuenta que las fresias hayan formado sus raicillas. Esto sucederá después de 5-10 días. Mucha atención hay que dedicar al riego de la fresia en todas las plantaciones que se realicen en los meses de verano. Lo mismo en las plantaciones de medio agosto bajo invernadero de cristal, en los dos casos, el consumo de agua puede ser importante. El mejor riego se lleva a cabo por aspersión. En ciertos, casos (p. ej. donde el agua tiene un alto contenido en cal, o si hay gran peligro de Botrytis), es importante regar a veces por debajo. Durante los meses cálidos, es posible favorecer la humedad del aire y la temperatura regando ligeramente más veces con poco caudal por nebulización.
ABONADOS COMPLEMENTARIOS.
A veces se aconseja para plantaciones tempranas de fresias, sobre todo cuando una parte de los materiales nutrientes los lleva el agua durante los riegos por bajo. El mejor abonado complementario se realiza partiendo de mezclas de abonos. En función de los resultados de los estudios de abono complementario, hay que dar alrededor de 3 Kg/área de 12-10-18 y regar ligeramente después de aportar el abono complementario.
PROTECCION DEL SUELO A LAS ALTAS TEMPERATURAS
Se realizará solamente cuando la temperatura del suelo tienda a sobrepasar los 17º C.
El principio es proteger el invernadero bajando las temperaturas del suelo y del aire. Se obtienen muy buenos resultados cuando se le pone al invernadero un regularizador de evaporación, se encala o se colocan mallas.
Al invernadero se le sombreará con cortinas, o bien pintándolo con cal. Si se han plantado las fresias al aire libre y no disponemos de material de sombreado, podemos cubrir la tierra directamente con una capa de paja aislante y con un espesor de 3 a 5 cm. Es aconsejable limpiar la paja con vapor antes de utilizar la, con el fin de matarlos gérmenes patógenos eventuales y quitar el polvo del grano de la paja.
CUIDADOS.
Generalmente, las fresias poseen un desarrollo muy espectacular y es muy importante tenerlas derechas, con el fin de conseguir que la luz y el aire les lleguen, condición importante, sobre todo en épocas donde la luz es baja. Las plantas enderezadas desde el principio dan una mejor selección y menos tallos curvados. El material de tutorado (crisantemos, mallas de 12,5 cm. 10 cm.) se ponen preferentemente después de la plantación de los bulbos. Durante el crecimiento se elevan regularmente los hilos, pero no demasiado rápido y demasiado alto, para los bulbos que se desarrollan tardíamente se puedan apoyar en los hilos.
LA TEMPERATURA.
La temperatura dirige el cultivo. Con la ayuda de la temperatura se determina el mes de floración. Las cinco o seis primeras semanas del cultivo determinan la floración. Sobre todo cuando el mes de plantación es en verano ya que tendremos temperaturas altas. Un retraso en la floración puede manifestarse y se comprobará que las fresias procederán a su formación floral cuando la temperatura durante las primeras cinco o seis semanas se mantenga en 15ºC. También, es significativo que cuando la temperatura se sitúa sobre los 15º C, las hojas comenzarán a desarrollarse abundantemente y la floración será retardada. Si la temperatura es por debajo de 15ºC las plantas serán muy cortas y las flores pequeñas. Cuando la flor se ha formado, mantener la temperatura a los niveles que corresponden en intensidad de luz disponible de poca intensidad y poca luminosidad (por ejemplo Enero), la temperatura debe de ser de 7 a 10º C. Cuando hay mucha intensidad y larga jornada de luz (por ejemplo Mayo), mantendrá la temperatura a 15 – 20ºC. Evitando en lo posible que la temperatura ascienda de 20º C.
LUZ
Hay que distinguir la intensidad de la luz y la duración de día. El día largo o corto apenas causa diferencias en la cosecha, aunque existen algunas variedades que se retardan un poco con días largos. Si la intensidad es muy baja, la planta forma pocas flores por tallo. Si la temperatura es muy alta y la intensidad de luz es muy baja, la planta crece muy débil y el número de los tallos laterales disminuye. Una intensidad de luz muy alta favorece el desarrollo de los tallos laterales y de más botones florales por espiga.
LA RECOLECCION.
La recolección de las fresias de bulbos raramente dura más de un mes. Cortar los tallos principales y laterales. La longitud dependerá de las posibilidades de venta o mercado. Esto significa que en caso de corte corto, cortaremos los tallos principales y laterales separadamente. Podemos cortar un tallo principal y dos o tres laterales por bulbo. Si la longitud del tallo es solicitado, no separaremos el tallo principal de los laterales en la mayor parte de los casos. Hay que cortar las flores en el momento propicio esto es determinante para la capacidad de conservación en agua. El momento de maduración más favorable para los condicionantes de expedición es cuando los primeros botones se abren. Si los cortamos verde de la planta, no solamente el efecto sobre la capacidad de conservación será malo sino que también, el control de los virus será muy difícil. Si tuviera una afección, la condición sanitaria progresaría muy rápidamente porque la infección se hace por medio del corte.
TRATAMIENTO DE LAS PLANTAS DESPUES DE LA RECOLECCION.
A veces, en los meses de diciembre, enero y febrero, el arranque de los bulbos se realiza rápidamente en vista de cultivos siguientes. El material de recolección (bulbos y bulbillos) recibirán un riego generoso después de la cosecha y después de que los dejemos desarrollar en seco durante cuatro o cinco semanas (aireados y eliminando las enfermedades habituales). Una indicación para la fecha exacta del arrancado es la muerte o el agotamiento de la base de la planta.
EL ARRANQUE DE LOS BULBOS.
Cuando la base está muerta, podernos arrancarlos. Las fresias se arrancan fácilmente quitando la tierra y tirando de los bulbos por el tallo y las hojas; no estando totalmente podrido. Seguidamente meteremos los bulbos y bulbillos en bolsas, después de haber quitado las materias verdes de alrededor. El secado de los bulbos se realiza mejor en las cajas provistas de tela metálica. El secado de los bulbos dura alrededor de 10 – 14 días. Se aconseja secarlos con una circulación forzada de aire a una temperatura de 25º C. Cuando los bulbos están bien secos se puede proceder a su limpieza. La limpieza consiste en quitar los residuos de las raíces. Sobre todo este último trabajo deberá efectuarse con mucho cuidado para no dejar lesiones serias. Dejar los bulbillos que se adhieran muy fuertemente a los bulbos y los bulbillos formados no en los bulbos, pero en los tallos de las hojas, tienen igualmente un valor después de la limpieza y al triar los bulbos y bulbillos, le podemos dar el tratamiento requerido.
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