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Fitopatología y Terapéutica en el cutivo del Gladiolo para flor cortada. 14ª parte

FITOPATOLOGÍA Y TERAPÉUTICA EN EL CULTIVO DEL GLADIOLO PARA FLOR CORTADA

 

 

4. ANEXOS

 

4.1. Desinfección de cormos con productos químicos

Para sumergir los cormos en una solución química, se recomienda seguir las siguientes instrucciones:

 

– Utilizar recipientes limpios.

– La solución será preparada poco tiempo antes de ser utilizada, media hora antes es suficiente para que el producto se mezcle en su totalidad con el agua.

– Como la mayoría de los productos utilizados son poco solubles en agua, para evitar que se posen en el fondo el recipiente deberá tener un agitador.

– La temperatura de la solución estará comprendida entre 8-18º C.

– La duración de la inmersión será de media a una hora y cada 15 minutos se removerán los sacos de cormos con el fin de evitar la formación de bolsas de aire y, por consiguiente, un mojado defectuoso.

– La solución no podrá utilizarse más de 24 horas, pasado este tiempo se renovará ésta. La solución sobrante puede ser utilizada para desinfectar cajas, tutores, mallas y útiles de trabajo utilizados en la campaña anterior.

– Después de la desinfección se plantará inmediatamente o se guardarán los cormos, en cuyo caso se dejarán secar los cormos rápidamente. No deben guardarse nunca cormos húmedos en cestas o sacos.

 

4.2. Tratamiento de cormos con agua caliente

Este método tiene el propósito de eliminar todos los patógenos que se encuentren dentro de las estructuras vegetales, sumergiéndolos en agua caliente durante períodos cortos.

 

El punto térmico letal para los diferentes patógenos varía según la especie problema y en ocasiones es muy reducido el margen de seguridad entre la temperatura mortal para el patógeno y la que tolera la variedad del gladiolo a desinfectar. Temperaturas demasiado elevadas influyen poco favorablemente sobre la floración, por lo que este método se usa preferentemente en la producción de bulbillos, quedando prohibida su utilización en variedades de floración temprana, en G. Nanus y G. Colvilli, por su acción desfavorable sobre la floración.

 

Para realizar un tratamiento con agua caliente se tendrán las siguientes precauciones:

 

– No tratar cormos que no hayan sufrido un proceso de curación, es decir, cormos cuya actividad fisiológica no esté reducía al mínimo.

– El tratamiento se realizará siempre en la mitad de enero, y nunca antes de la mitad de diciembre o después del 1 de febrero, pues ya dejan de estar latentes.

– Para mejorar el tratamiento, los bulbos se sumergen 7 días antes en agua a 15-20º C,  durante 48 horas.

– Utilizar grandes recipientes (500 litros) para prevenir diferencias de temperaturas durante el tratamiento.

– Remover el agua constantemente (bomba). No es interesante que esté estancada.

– Utilizar un buen sistema de control de temperatura.

– El agua en el momento de sumergir los cormos estará 1/2′ más elevado que la temperatura prevista, puesto que los cormos enfrían el agua al introducirlos. Esta debe ser una operación rápida.

– Los bulbos se enfriarán rápidamente en agua fría.

– El tratamiento con agua caliente favorece el desarrollo de fusarium, por lo que se precisará en tratamiento químico antes de plantar, en el caso de que el cormo estuviese afectado de fusarium.

 

Saludos / Saudações / Best regards,
José Ramón Bosque

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